Se ha observado un aumento del interés por la decoración con cerámica en particular por esta técnica milenaria a través de una proliferación de talleres presenciales, workshops online y en todas sus manifestaciones decorativas: jarrones, esculturas, vajillas, platos pintados a mano… porque trabajar con barro se ha convertido en una nueva forma de meditación que desestresa y sienta bien a la mente.
Todo un auge ceramista que le da importancia al trabajo artesanal en estos tiempos tan inciertos.
La cerámica como un modo de artesanía está en su apogeo, la cerámica de verdad, la que se realiza a mano.
Animados por todo este “boom ceramista” y la búsqueda de una ocupación relajante y a la vez creativa, muchas personas se han apuntado en este último año a cursos de cerámica para adentrarse en esta disciplina.
Aunque es cierto, que aprender este oficio es muy muy complicado para perfeccionar sus procesos conlleva muchos años de práctica y enseñanza.
Pero para tomarlo como hobby es una de las terapias más relajantes que existen.
Se lo recomendaría a gente que disfrute creando cerámica y haciendo cosas creativas.
Como cualquier disciplina artística requiere aprender las técnicas antes y el torno es exigente.
La cerámica es infinita a la hora de abordarla, su historia, sus distintas pastas (barros), las técnicas de creación, entender la cocción y sus hornos y lo más complicado, los esmaltes. Hay mucho que aprender y es absolutamente apasionante.
Es difícil que alguien tenga vocación de ceramista desde pequeño a menos que tengas algún tipo de relación con este arte en tu entorno.
Tiene lógica que la mayoría de los ceramistas no hayan cursado estudios de cerámica como primera opción, sino que vengan de distintas ramas creativas y hayan ido descubriendo este material poco a poco encontrando así su verdadera pasión de manera natural.
En Albayzín Ceramica podrás encontrar infinidad de pieza creadas a mano y de forma artesanal. Con uno repintados único y lleno de color, que podrás personalizar como quieras.